viernes, 31 de agosto de 2007



HOLA, SOY HERMANA MARGARITA. HERMANA JOSEFINA EN LA MISIÓN DE ANGOLA DESDE HACE MÁS DE 15 AÑOS.

¿QUIERE SER MISIONERA COMO YO?
ESCRÍBEME.

PUEDES SER TAN FELIZ COMO YO SIGUIENDO A JESUS AL ESTILO JOSEFINO, TENIENDO A SAN JOSE COMO MODELO.

NIÑOS Y NIÑAS DE MUXIMA, ANGOLA


LOS NIÑOS Y NIÑAS DE ANGOLA LOS QUEREMOS MUCHO, REZAMOS POR USTEDES Y LES PEDIMOS QUE TAMBIÉN USTEDES RECEN POR NOSOTROS PARA QUE CREZCAMOS EN SALUD, SABER Y AMOR COMO JESUS CRECÍA JUNTO A MARÍA Y JOSÉ CUANDO VIVIA EN NAZARETH O SE VINO A REFUGIAR CON NOSOTROS EN EGIPTO.
SEAMOS DISCIPULOS Y MISIONEROS DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ.

GRACIAS A SAN JOSESITO LLEGAMOS A TIERRAS ANGOLANAS

El hermano Moris y la hermana Margarita, dos columnas firmes de la misión josefina de Angola.

RECORDAR ES VIVIR

Eran las 8 de la noche cuando nos metieron a la sala de espera y tal vez a la una o una y media, despegó el avión que nos llevaría a nuestra nueva misión, atravesando todo el continente africano de norte a sur, pasando por el desierto del Sahara, hasta llegar a Angola.

-Eran las 9 de la mañana del 30 de octubre de 1982 cuando pisamos tierras angolanas los primeros misioneros josefinos: Padre Chente y un servidor, hermano Moris o Morichito como me llama el P. Toralito.


Como había acontecido en Lisboa, también aquí nadie nos esperaba. Pero como estaban esperando a los otros padres se corrió la voz y llegó hasta el seminario de Luanda donde estaban los padres guadalupanos, entre ellos el P. Juan Antonio Muñoz y el P. Luis, creo que Vega pero no el misionero josefino, sino el guadalupano. Estos padres siempre serviciales, al saber de nuestra llegada, rápido fueron a nuestro encuentro.


Yo ya conocía al P. Juan Antonio, así que nos llevaron luego a la casa episcopal que fue la primera casa que nos brindó buena estancia y cariño en esa nueva tierra para nosotros desconocida.


Aquí nos recibió el P. Damián Franklin, hoy arzobispo de la Arquidiócesis de Luanda. Un hombre bueno y sencillo que nos presentó luego con los otros misioneros que estaban allí: 3 padres españoles con un obispo que había ido a recibir sus misioneros que llegaron junto con nosotros y 3 padres angolanos.

Así que nuestro primer almoço en Angola fue con todos los misioneros y el Senhor Obispo. Por eso a 25 años, digo que Angola siempre nos brindó buena llegada y estancia.

Angola consiguió su independencia en 1975. Acababa de pasar la guerra de independencia cuando nosotros llegamos y se atravesaba una situación difícil.

El medio de transporte para ir de una provincia a otra solo era avión. Por tierra no se podía ir pues continuaba la guerra y no era fácil encontrar lugar en el avión el día que el pueblo quería viajar.

Así que nuestra primera impresión al salir del aeropuerto fue ver mucha gente fuera del aeropuerto esperando tener suerte para poder viajar. Yo creo que algunos tenían más de 8 días y no podían salir pues el transporte era poco y la gente mucha que quería ir tal vez a su tierra pero no era posible conseguir viajar.

Esto fue en el aeropuerto, nos faltaba entrar en el interior de la ciudad que era todavía más difícil la situación.

Las pocas tiendas que había, estaban medias abiertas con los vidrios todos rotos, los dependientes ásperos en sus respuestas cuando uno preguntaba por alguna cosa.

Fue bastante fuerte la impresión, pero…
- Gracias a Dios y a San Josesito, ya nos encontramos en Angola.



jueves, 30 de agosto de 2007

MAMA MUXIMA ESTARÁ DE FIESTA




Como todos los años, el primer domingo de septiembre, tiene lugar la peregrinación al Santuario de Mama Muxima, en las riberas del rio Kwansas, Angola.

El año pasado rebasaron los 60000 peregrinos y ahora el Párroco Padre Mario Torres y su vicario P. Carlos Catanha esperaban la llegada de unos 70000 peregrinos y peregrinas. Esperamos que la carretera que va de Cabala a Muxima logre estar lista para facilitar el peregrinar de los devotos.

Hasta allá hacemos llegar nuestros saludos a sus misioneros, las hermanas, los devotos de san José y de Mamá Muxima.

CLIPARTS JOSEFINAS


En la página web del Centro Josefino de Centro América hay numerosas biñetas josefinas para ilustrar sus publicaciones en honor de san José.

Haga click aquí - Galerias Josefinas y las encontrará.

San José, patrono de la Iglesia de nuestro tiempo, ruega por nosotros.

SANTUARIO SAN JOSE CALUMBO, ANGOLA



SANTUARIO DE SAN JOSE CALUMBO, a las orillas del rio Kwansas en Angola. Aquí muchos devotos de san José se dan cita para celebrar la misa y rezar los dolores y gozos en honor del esposo de María y padre de Jesús.


Con el Hermano Maurilio estuve el miércoles 25 de julio de 2007.




sábado, 25 de agosto de 2007

CON OTRO CRISTO DEL ENVÍO ME SENTÍA MÁS SEGURO

















El 7 del 7 del 7 (7 de julio de 2007) celebramos en Angola, Africa, los 25 años de presencia josefina misionera en esas tierras. Papa Dios y el señor san José me regalo la gracia de participar en dichas fiestas y de platicar sabroso con el Hermano Maurilio González, fundador de la misión y misionero en esas tierras durante 25 años. De esas platicadas son estos recuerdos que con sencillez josefina, el Hermano Moris quiere compartir con los lectores del Propagador. Para que la misión de Angola siga con confianza hacia el futuro y otros y otras quieran como él recibir su Cristo del Envío.
(Desde Santiago de Chile, P. Gabriel)

El tiempo que esperamos en Lisboa, Portugal, nuestra visa para entrar a Angola fueron 3 meses y medio. Mientras estudiamos un poco el portugués y aprovechamos también para conocer un poco Lisboa, ciudad bonita y atrayente a nosotros y al turismo que visita sus bellos monumentos.

Durante ese tiempo también fuimos a Roma donde participamos en un curso de misioneros que van a Africa. Este curso nos ayudó, pues había misioneros de de varios países. Así que hubo cambio de impresiones y, aunque poco, se habló de cada cultura de donde venían los misioneros. La mayoría de los misioneros que serían unos 50 iban por primera vez a la misión de Africa. En Roma pasamos el mes de septiembre, así como les platiqué en enantes.

Los organizadores y profesores que conocían bien la situación de aquel grande continente, nos explicaban bien la situación de cada lugar. Infelizmente de Angola se hablaba poco, pues acababa de conseguir su independencia y el Partido Comunista, nos decían, había quedado en el poder y que no veía con buenos ojos a la Iglesia. Entonces había poca información de la Iglesia de Angola.

Con este grupo de misioneros nos llevaron a la clausura de un congreso de misioneros en la ciudad de Verona, en el norte de Italia, donde también hubo misa de Envío y nos dieron nuestro Cristo misionero. Así que estaba más seguro que Dios me mandaba a su campo de trabajo en esas tierras africanas.

Regresamos a Lisboa en las primera quincena de octubre para seguir esperando nuestra visa que ya se había demorado mucho y nosotros nos sentíamos incómodos pues no estábamos en nuestro ambiente y por consiguiente casi desesperados.

A nuestro regreso de Roma ya encontramos a nuestro hermano, P. Salvador Osnaya que salió después de nosotros de México. El P. Salvador, hombre bueno y tranquilo, trataba de animarnos y tranquilizarnos en los pocos días que estuvimos juntos, porque pronto llegó nuestra visa y así que llegó nuestra visa pusimos a trabajar al hermano Silva para que nos arreglara nuestro boleto con destino a Angola. El conocía todos los trámites que se requerían en ese tiempo que no era fácil de entrar en territorio angolano, ya que se necesitaban muchos requisitos para arreglar la entrada.

Finalmente llegó el día 29 de octubre de 1982. En la caca de los padres espiritanos estábamos varios misioneros que íbamos para Angola. Unos eran angolanos, otros tal vez de los mismos padres espiritanos y otros diocesanos de Europa.

Lo cierto es que por fin partimos como misioneros. Así que tuvimos por la mañana, misa de envío con pequeña participación del pueblo. Una vez más Dios y san Josesito nos acompañaba en nuestro camino con las oraciones y alegría de gente que ni nos conocía. Al medio día tuvimos la comida de despedida a pesar que en esa casa se come bien, se lucieron dándonos gusto con una sabrosa comida para hacernos felices en nuestro camino.

Llegó la hora de emprender nuevamente nuestro viaje. Como a las 8 de la noche nos despedíamos de la comunidad de los padres, para dirigirnos al aeropuerto. Como éramos varios nos acompañaron algunos padres hasta el aeropuerto donde esperamos la salida de nuestro vuelo que sería a la 1 de la mañana en la línea portuguesa TAP.


Hermano Maurilio González, m.j.
Misión de Angola, Julio2007.

jueves, 23 de agosto de 2007

HERMOSO ICONO JOSEFINO CON LOS 7 DOLORES Y GOZOS


En este hermoso icono vemos en el centro la Imagen de nuestro Padre San José con el niño Jesús, enseñándole las escrituras.

Alrededor en 7 círculos, vemos las escenas de los 7 misterios de la vida de Jesús en los que participa San José como custodio del Redentor y de la Virgen María y que la devoción popular llama los 7 dolores y gozos.

Que el Señor conceda a la Iglesia y a cada uno de nosotros, continuar y llevar a término, bajo el Patrocinio de San José la obra de la Redención humana.

Que san José a quien el Señor encomendo la protección del nacimiento y la infancia de su Hijo hecho hombre y eligió como esposo de María, ruegue por nosotros.

miércoles, 22 de agosto de 2007

ALGUNOS RECUERDOS DE LA MISION JOSEFINA DE ANGOLA (2)


2. SAN JOSESITO PRONTO OYÓ NUESTRA ORACIÓN

Cansados por el viaje pero bien animados por el Cristo del Envío, llegamos a Lisboa, Portugal. Allí tuvimos un pequeño contratiempo. Nosotros pensábamos que nos esperaban en el aeropuerto pues teníamos en cuenta de que ya estaban avisados. Y sí, de parte de la Congregación ya habían avisado, sólo que el Padre que había recibido el aviso todavía no daba el aviso al P. Superior de la casa.

-Nosotros confiados que nos esperaban quedamos extrañados que nadie nos esperara en el aeropuerto, pero tomamos un taxi y nos dirigimos a la casa de los Padres Espiritanos que era donde nos hospedaríamos.

-Llegamos, y el Padre que nos recibió quedó sorprendido pues no sabía de nuestra llegada y nosotros con la desvelada y el cansancio queríamos ya descansar.

-Por más que le explicábamos no nos entendía ni comprendía nuestra situación. Entonces le pedimos dejar nuestros velices y nosotros ir a un hotel para dormir y que después regresábamos, pues allí era donde teníamos que pasar el tiempo necesario para aprender la lengua portuguesa.

Entre súplica y súplica y pidiendo a San Josesito que pronto oyó nuestra oración, cuando estábamos casi para salir llegó uno de los hermanos. El ya sabía de nuestra llegada, así que de inmediato nos pasaron, nos dieron nuestro cuarto y pasamos nuestra primera noche en Portugal con destino a nuestra misión de Angola.
Los padres Espiritanos, hombres virtuosos y acostumbrados a ver pasar y regresar a muchos misioneros para Africa, no tuvimos ningún problema al estar con ellos. Así que nos sentimos en nuestra casa.
Al otro día, desorientados, tanto por el lugar como por la lengua y desvelados, quisimos luego conocer el camino que nos llevaría a la escuela de portugués, en los próximos días que se seguirían.
Así llegamos a la escuela, acompañados del Hermano Silva, espiritano él. El hermano conocía todo el movimiento de la escuela y no solo eso, pues era nada menos que el procurador de los Obispos de Angola. Nos presentó con una profesora que con gusto nos aceptó y que nosotros también con gusto la aceptamos.
Quedó de darnos nuestras clases de portugués al P. Vicente y a mí en el período de la tarde, y así pasamos nuestra estancia en Portugal, esperando con mucha paciencia nuestra visa para entrar en Angola.
Fue en esta escuela y con esta profesora que un día me dijo: -Repare, señor González.
Y yo, que no sabía portugués, me puse a saltar como los burros o borregos de mi pueblo Santiaguito Masdá, creyendo que era alguna dinámica escolar. Cuando aprendí me di cuenta que me decía que reflexionara en lo que me preguntaba, pero ya me había hecho relinchar sin querer queriendo.

Hermano Maurilio González, m.j.
Misión de Angola, Julio 2007.

ALGUNOS RECUERDOS DE LA MISION JOSEFINA DE ANGOLA

El 7 del 7 del 7 (7 de julio de 2007) celebramos en Angola, Africa, los 25 años de presencia josefina misionera en esas tierras.


Papa Dios y el señor san José me regalaron la gracia de participar en dichas fiestas y de platicar sabroso con el Hermano Maurilio González, fundador de la misión y misionero en esas tierras durante 25 años.

De esas platicadas y apuntes hechos por él, son estos recuerdos que con sencillez josefina, el Hermano Moris quiere compartir con los lectores del Propagador.

Para que la misión de Angola siga con confianza hacia el futuro y otros y otras quieran como él, recibir su Cristo del Envío. (Desde Santiago de Chile, P. Gabriel)

1. DECIDIDOS RECIBIMOS EL CRISTO DE ENVÍO

Eran las 10 de la mañana del día 19 de julio de 1982, cuando la congregación de los Misioneros Josefinos, se reunió en la Sagrada Familia de Santa María de la Ribera en la ciudad de México, para celebrar la misa de envío de los primeros misioneros josefinos a la misión de Angola. Era superior General el Reverendo P. José Torres Mora.

La misa fue celebrada por el mismo Superior General, acompañado de varios padres Josefinos, seminaristas, hermanas josefinas y muchos feligreses de Santa María de la Ribera y de la colonia Portales que acompañaban a su querido párroco, el P. Vicente Hernández, que ahora los dejaba para ir a la obra que Dios le indicaba, la nueva misión.

La misa estuvo animada con cantos y vivas. En la homilía, el Señor Padre nos dio ánimo y decididos recibimos el Cristo del envío para ir a cooperar con nuestra nueva Iglesia de Angola.
Terminada la misa salimos con destino al aeropuerto, unos en carros y otros a como pudieron, pero las dificultades del transporte no vencieron su buena voluntad. Cuando llegamos ya otros habían llegado primero que nosotros. Sentimos el apoyo del pueblo de Dios y de nuestros familiares que seguirán acompañándonos siempre con sus oraciones y pensamiento. Los que salimos en esa fecha fuimos el P. Vicente Hernández y un servidor, el Hermano Maurilio González, m.j.

A las 3 p.m. comenzamos a despedirnos. Todo era alegría porque la mano de Dios y el ánimo de nuestros hermanos de Congregación y el pueblo de Dios estaba con nosotros.

Así contentos, aunque un poco preocupados por no saber que nos esperaba, entramos a la sala de espera en el aeropuerto, y a las 4 p-m. salió el Jumbo de Iberia, con destino a Madrid, pasando y haciendo escala de una hora y media en Montreal, Canada. Llegamos a Madrid el 20 por la mañana y después de unas cuantas horas continuamos nuestro viaje para Lisboa, donde esperaríamos nuestra visa para viajar a Angola y aprender el portugués, el idioma que se habla por aquellas tierras.


Hermano Maurilio González, m.j.
Misión de Angola, Julio 2007.

domingo, 19 de agosto de 2007

NIÑOS Y NIÑAS DE NUESTRA MISION







La escuela Vilaseca y Cesarita que las Hermanas Josefinas han fundado en la ciudad de Huambo ofrece educación básica a unos 1200 niños y niñas del Barrio San Antonio en el que está ubicada esta Comunidad Josefina.

Desde aquí animan a los numeros devotos josefinos que en diversas parroquias de la ciudad, se esfuerzan por ser cristianos a imitación de san José, el esposo de María y padre de Jesús.

En esta escuela y comunidad trabajan: Hermana Tere Orihuela, Hna. Adriana y hermana Inocecia.

sábado, 18 de agosto de 2007

DORES E ALEGRIAS DE SãO JOSE



1. Grande dor ignorando o Mistério
Que em Maria obrou a Encarnação;
Mas que gozo quando o Anjo
Te revela o segredo de Deus.

Refr. Por teu gozo e tua dor,
Faz que eu viva na Paz do Senhor.

2. Grande dor ao ver que Cristo nasce
desprezado e pobre por meu amor;
mas que gozo quando os Anjos
anunciaram a Paz do Senhor.

Refr. Por teu gozo e tua dor,
Faz que eu viva na Paz do Senhor.

3. Grande dor ao ver correr o sangue,
De Deus Filha na sua circuncisão;
Mas que gozo quando compreendes
Que seu nome é de Deus Salvador.

Refr. Por teu gozo e tua dor,
Faz que eu viva na Paz do Senhor.

4. Grande dor levar Jesus ao templo,
p´ra cumprir com a lei de Moisés;
Mas que gozo quando descobres
Que Jesus é a Luz de Israel.

Refr. Por teu gozo e tua dor,
Faz que eu viva na Paz do Senhor.

5. Grande dor fugindo Jesus
p´ra livrá-lo do cruel perseguidor;
Mas que gozo quando Jesus
No Egipto o mal derrubou.

Refr. Por teu gozo e tua dor,
Faz que eu viva na Paz do Senhor.

6. Grande dor sabendo de Arquelão,
os efeitos de seu mal proceder;
Mas que gozo quando o Anjo
manda voltes a teu Nazaré.

Refr. Por teu gozo e tua dor,
Faz que eu viva na Paz do Senhor.

7. Grande dor perder seu Filho amado,
pois sem culpa dele se separou;
Mas que gozo encontrá-lo no Templo
Explicando a lei do Senhor.

Refr. Por teu gozo e tua dor,
Faz que eu viva na Paz do Senhor.

Oração
Ó Deus que na vossa admirável providência,
Escolhestes a São José para esposo de Maria Santíssima,
Mão do vosso Filho,
concedei-nos que venerando-O como protector na terra,
o tenhamos como intercessor no Céu.
Por Jesus Cristo nosso Senhor.
Amem.

jueves, 16 de agosto de 2007

INAUGURACIÓN CENTRO JOSEFINO EN HUAMBO


Es motivo de gran alegría para todos los Josefinos del mundo la noticia que llega desde Huambo, por medio de Hermana Adrianita, de que el 2 de septiembre de este año, será la inauguración del Centro de Estudios Josefinos de Africa en la querida ciudad de Huambo.

Elevemos nuestras oraciones a San José para que este nuevo centro produzca muchos frutos en el conocimiento, investigación y difusión de la figura y misión del Patrono de la Iglesia de nuestro tiempo.

miércoles, 15 de agosto de 2007

CONOZCAMOS A SAN JOSE


CARTA ENCÍCLICA "QUAMQUAM PLURIES"
DE LEÃO XIII

Aos Patriarcas, Primazes, Arcebispos, Bispos e outros Ordinários locais que estão em paz e comunhão com a Sé Apostólica, sobre a necessidade de se recorrer ao Patrocínio de São José, junto ao da Virgem Mãe de Deus, nas dificuldades dos tempos atuais.

Ainda que por diversas vezes já tenhamos suplicado que se fizessem em todo o mundo orações especiais e se recomendassem vivamente a Deus os interesses da Igreja, todavia ninguém fique admirado se de novo sentimos a necessidade de inculcar o mesmo dever.
Em tempos difíceis, especialmente quando o poder das trevas parece tentar de tudo em dano da cristandade, a Igreja costuma invocar humildemente a Deus, seu autor e protetor, com novo fervor e maior perseverança, bem como solicitar a mediação dos santos em cujo patrocínio tem mais confiança de encontrar socorro, em primeiro lugar a bem-aventurada Virgem Mãe de Deus, bem sabendo que os frutos desta piedosa oração e desta esperança cedo ou tarde aparecerão. Agora bem notais, Veneráveis Irmãos, que os tempos atuais não são menos difíceis do que aquele que a Igreja teve que enfrentar no passado.
Vemos, de fato, vir diminuída em muitos a fé, que é o princípio de todas as virtudes cristãs, esfriar-se a caridade e as novas gerações degradar-se nas idéias e na conduta. Vemos a luta que de toda parte se faz à Igreja de Cristo com violenta perfídia; a guerra atroz contra o papado e as tentativas sempre mais declaradas de se derrubar os próprios fundamentos da religião.
Até que ponto tenham chegado e quanto ainda estejam tramando os inimigos, é tão claro e evidente que se torna inútil gastar palavras. Em uma situação tão difícil e angustiante, na qual os males superam em muito os remédios humanos, não nos resta outra coisa senão recorrer à potência divina. Por esta razão, julgamos oportuno estimular o povo cristão a pedir o socorro de Deus onipotente com renovado fervor e inabalável confiança.
Aproxima-se o mês de outubro, por Nós já consagrado à Virgem do Rosário. De todo o coração vos pedimos que ele seja celebrado, este ano, com a maior devoção, piedade e participação possível. Sabemos poder encontrar na materna bondade da Virgem um pronto refúgio em todos os nossos males, e estamos certos de que não serão vãs as nossas esperanças junto a ela. Se no passado nos foi propícia em toda necessidade, por que não haveria de renovar os exemplos do seu poder e da sua graça também no presente, se soubermos invocá-la juntos, com oração humilde e perseverante?
Nós, antes, estamos certos de que tanto mais nos assistirá, quanto mais longamente quer ser por nós invocada. Mas esta é uma outra iniciativa que Nós propomos e à qual , Veneráveis Irmãos, prestareis, como sempre, a vossa diligente colaboração.Para fazer com que Deus seja mais favorável às nossas orações, e para que - entre tantos intercessores que podem ser invocados - derrame mais pronta e copiosamente auxílio à sua Igreja, cremos muito útil que o povo cristão habitue-se a rogar com devoção e confiança, juntamente com a Virgem Mãe de Deus, também o seu castíssimo esposo São José.
E temos bons motivos para crer que isto será particularmente agradável à Virgem Santa. Sobre este tema que pela primeira vez nos propomos a tratar publicamente, sabemos que a devoção popular é não só propensa por natureza, mas também já está bastante avançada. E, de fato, vimos um grande progresso no culto a São José, anteriormente promovido pelo zelo dos Sumos Pontífices, depois estendido a todo o mundo, especialmente quando Pio IX, Nosso Predecessor de feliz memória, a pedido de muitíssimos bispos, declarou o Santo Patriarca, Patrono da Igreja Universal.
Todavia, por ser muito importante que o seu culto penetre profundamente nas instituições católicas e nos costumes, queremos que o povo cristão receba da Nossa própria voz e autoridade todo o incentivo possível.
As razões pelas quais São José deve ser tido como Patrono da Igreja - e a Igreja por sua vez espera muitíssimo da Sua especial proteção - residem sobretudo no fato que ele é esposo de Maria e pai putativo de Jesus Cristo. Daqui derivam toda a sua grandeza, graça, santidade e glória.Sabemos que a dignidade da Mãe de Deus é altíssima e que não pode haver uma maior.
Mas dado que entre a beatíssima Mãe de Deus e São José existe um verdadeiro vínculo matrimonial, é também certo que São José, mais que qualquer outro, se aproximou daquela altíssima dignidade que faz da Mãe de Deus a criatura mais excelsa. De fato, o matrimônio constitui por si mesmo a forma mais nobre de sociedade e de amizade, e traz consigo a comunhão dos bens.
Portanto, se Deus deu José como esposo a Maria, deu-o não só como companheiro de sua vida, testemunha de sua virgindade e tutor da sua pureza, mas também como participante - por força do vínculo conjugal - da excelsa dignidade da qual ela foi adornada. Além disso, ele eleva-se entre todos em dignidade também porque, por vontade de Deus, foi guarda e, na opinião de todos, pai do Filho de Deus.
Em conseqüência, o Verbo de Deus foi humildemente submisso a José, obedeceu-lhe e prestou-lhe a honra e o respeito que o filho deve ao seu pai. Ora, desta dupla dignidade derivaram espontaneamente os deveres que a natureza impõe aos pais de família; assim, pois, São José foi guarda legítimo e natural da Santa Família, e ao mesmo tempo seu chefe e defensor, exercendo estes ofícios até o fim de sua vida.
Foi ele, de fato, que guardou com sumo amor e contínua vigilância a sua esposa e o Filho divino; foi ele que proveu o seu sustento com o trabalho; ele que os afastou do perigo a que os expunha o ódio de um rei, levando-o a salvo para fora da pátria, e nos desconfortos das viagens e nas dificuldades do exílio foi de Jesus e Maria companheiro inseparável, socorro e conforto.
Pois bem: a Sagrada Família, que José governou com autoridade de pai, era o berço da Igreja nascente. A Virgem Santíssima, de fato, enquanto Mãe de Jesus, é também mãe de todos os cristãos, por Ela gerados em meio às dores do Redentor no Calvário. E Jesus é, de alguma maneira, como o primogênito dos cristãos, que por adoção e pela redenção lhe são irmãos. Disto deriva que São José considera como confiada a Ele próprio a multidão dos cristãos que formam a Igreja, ou seja, a inumerável família dispersa pelo mundo, sobre a qual Ele, como esposo de Maria e pai putativo de Jesus, tem uma autoridade semelhante a de um pai.
É, portanto, justo e digno de São José, que assim como ele guardou no seu tempo a família de Nazaré, também agora guarde e defenda com seu patrocínio a Igreja de Deus. Tudo isto, Veneráveis Irmãos, encontra apoio - como bem o sabeis - no ensinamento de não poucos Padres da Igreja.
De acordo nisto com a Sagrada Liturgia, eles entreviram no antigo José, filho do patriarca Jacó, a pessoa e a vocação do nosso [José]; e no esplendor que daquele emanava, viram simbolizada a grandeza e a glória do Guarda da Sagrada Família. De fato, além de terem ambos recebido - não sem significado - o mesmo nome, existe entre eles muitas outras e claras semelhanças, a Vós bem conhecidas.
Em primeiro lugar, o antigo José ganhou para si a benevolência de seu senhor de um modo todo singular; e depois conseguiu, graças ao seu zelo, que chovesse do céu toda a prosperidade e bênçãos sobre o seu patrão, de quem dirigiu a casa. E mais: por vontade do rei governou com plenos poderes todo o reino, e quando a carestia se tornou calamidade pública, foi ele quem alimentou os egípcios e os povos vizinhos com exemplar sagacidade, a ponto de ser merecidamente chamado pelo faraó de "salvador do mundo". Assim, no antigo patriarca é fácil de se ver a figura do nosso [José].
Como a antigo José foi a bênção para a casa de seu patrão e para todo o reino, assim o nosso José foi predestinado a guardar a cristandade e deve ser tido como defensor da Igreja, que efetivamente é a Casa do Senhor e o reino de Deus na terra.Todos os cristãos, por isso, de quaisquer condições e estado, têm bons motivos para se confiarem e se abandonarem à amorosa proteção de São José.
Nele, os pais de família encontram o mais alto exemplo de paterna vigilância e providência; os cônjuges, o exemplo mais perfeito de amor, concórdia e fidelidade conjugal; os consagrados a Deus, o modelo e protetor da castidade virginal.Volvendo o olhar à imagem de José, aprendam os nobres a conservar a sua dignidade também na desventura; os ricos descubram quais são os bens que na verdade é necessário buscar e guardar zelosamente.
E enfim, os pobres, os operários e todos aqueles que pouco tiveram da sorte, têm um motivo a mais - e todo especial - de recorrer a José e de tomá-lo como exemplo: Ele, embora sendo de descendência régia, desposado com a mais excelsa entre as mulheres, e ter sido considerado como o pai do Filho de Deus, passou todavia sua vida no trabalho, provendo o necessário para si e para os seus, com a fadiga e a habilidade de suas mãos.Entretanto, é bom refletir que não é verdade que a condição dos pobres seja degradante.
O trabalho do operário, longe de ser desonroso, torna-se fonte de nobreza quando associado à virtude. José, contente do seu trabalho e do pouco que possuía, viveu com coragem e nobreza as angústias da vida, seguindo nisto o exemplo de Jesus, que embora sendo Senhor de tudo, fez-se servo de todos e não desdenhou abraçar voluntariamente a pobreza.
Estas considerações devem elevar o ânimo de quem é pobre e ganha o pão com seu trabalho, e fazê-lo raciocinar retamente. De fato, se é verdade que a justiça consente em poder libertar-se da pobreza e alcançar uma posição melhor, também é verdade que a ninguém é permitido, nem à razão, nem à justiça, subverter a ordem estabelecida por Deus.
Antes, recorrer nestes casos à violência e tentar o caminho da sublevação e dos tumultos é uma escolha desesperada, que na maioria das vezes agrava os próprios males que se queria aliviar. Querendo, portanto, agir com prudência, os proletários não confiem tanto nas promessas dos violentos, mas antes no exemplo e no patrocínio de São José, e na caridade materna da Igreja, que a cada dia mais se preocupa pela sua situação.
Portanto, Veneráveis Irmãos, enquanto Nós esperamos muito da vossa autoridade e do vosso zelo de Pastores, e estamos certos de que as pessoas boas e piedosas farão ainda mais do que estamos solicitando, decretamos que por todo o mês de outubro se acrescente à recitação do Rosário - por Nós já prescrita em outra ocasião - a oração a São José que recebeis junto com esta Carta Encíclica, e que isto se repita todos os anos, perpetuamente.
Àqueles que devotamente recitarem esta oração, concedemos cada vez a indulgência de sete anos e outras tantas quarentenas.É também útil e louvável que se consagre, como já se fez em muitos lugares, o mês de março ao Santo Patriarca, com exercícios diários de piedade em sua honra. Onde isto não for possível, faça-se ao menos antes da sua festa, no lugar principal, um tríduo preparatório de orações.
Recomendamos, além disso, aos fiéis daquelas nações nas quais o dia 19 de março, consagrado a São José, não esteja incluído entre as festas de preceito, que não deixem por quanto possível, de santificá-lo ao menos em particular, em honra do celeste Patrono, como um dia festivo. Entretanto, Veneráveis Irmãos, como penhor de graças do céu e na Nossa benevolência, de todo o coração dispensamos no Senhor a Bênção Apostólica a Vós, ao Clero e aos vossos fiéis.

Dado em Roma, junto de São Pedro, no dia 15 de agosto de 1889,
décimo segundo ano do Nosso Pontificado.

Leão XIII

CONGRESO JOSEFINO EN HUAMBO


22 y 23 de julio:
Congreso Josefino “Sencillos como el Hijo del Carpintero”


Como era imposible que los numerosos devotos de Huambo asistieran a la fiesta jubilar en Muxima, distante más de 700 kilometros de esta ciudad, se celebró allí el Primer Congreso Josefino para conmemorar los 25 años de presencia Josefina en Angola y 15 años de presencia josefina en dicha ciudad.

El tema del congreso fue: “Sencillos como el Hijo del Carpintero”, con mesas de trabajo y palestras en Portugal y en Embundo, que así se llama la lengua propia de la región.

Muchos cantos y dinámicas grupales animaron el encuentro y, sobre todo Hermana Adriana, que no había podido asistir a Muxima para no dejar sola la Misión, estaba feliz al ver que el esfuerzo no era en vano, ya que la asistencia fue de unos 600 devotos de la prospera asociación que funciona en diversas parroquias de la ciudad.

Al día siguiente, tuvimos la celebración de la Misa que presidió el P. Antonio Cartagena y concelebrada por mi y otros 3 sacerdotes amigos y devotos de san José.

En esta ocasión tomó posesión como nuevo director espiritual de la Asociación de San José en Huambo, el P. Eduardo, que como un P. Vilaseca Africano, recibió la Asociación para ser su director espiritual y velar por su prosperidad y crecimiento.

Como toda liturgia angolana, la misa fue solemnísima, con muchos cantos y momentos muy conmovedores por la alegría de los cantos y la devoción de numerosos signos. La entronización de la palabra, la procesión de ofrendas, la entrega de la la luz a todos los socios.

Después de la misa, la convivencia josefina del almuerzo con la sazonada comida Angolena y la partida del tradicional Bolo festivo, reunió a numerosos hermanos y hermanas, entre ellas la hermana mexicana Alicia, de la Compañía de Santa Teresa que fue de gran ayuda para Celita y Margarita en la fundación y en los peligros de la guerra.

MISA JUBILAR POR LOS 25 AÑOS DE LA MISION JOSEFINA



7 de julio
MAS DE 500 NOS REUNIMOS EN LA EXPLANADA DEL SANTUARIO DE MAMA MUXIMA PARA DAR GRACIAS POR LOS 25 AÑOS

Desde temprano las diversas comisiones trabajan con gran entusiasmo para la celebración y comienzan a llegar hermanos y hermanas de otras congregaciones para el gran jubileo. Desde las 5 de la mañana el equipo de cocina prepara comida para 600 persoas: calderado do cabrito, carne estufada con arroz branco, frijoles con aceite de coyolito con pescado azado, camote, mandioca, banana pao, churrasco, frango (pollo) a la parrilla, papas fritas, ensalada, yinguinga de cabrito, moamba de gallina con su respectivo funge, leiton (lechón) al forno, Bolo (pastel, torta o kake de fiesta, Shanpagne, cerveza, vino, y wisky. Todo lo hacen en condiciones incomodas pero llenas de alegría y cantando: “Na oficina”, en el taller de Nazaret.
En el atrio todo es actividad para colocar las sillas, el altar, las ofrendas, ensayar el coro, probar el sonido, limpiar el lugar.

Cuando son un poco más de las 10, porque aquí el tiempo no corre con exactitud, comienza la procesión. Cruz alta, velas en ciriales, el coro y los concelebrantes: 2 padres Verbitas, 1 padre Vasco, y nosotros los josefinos: Cartagena, Gabriel, Mario, Carlos, Ebo.
Gómez, nuestro estudiante angolano de teología, es el ceremoniero, anima a toda la comunidad para recibirnos. Hay incienso, aplausos y muchas otras muestras de alegría.

El Hermano Moris, confundido como siempre entre los devotos, participa muy contento. De vez en cuando lo busco entre ellos para mantenerme en comunicación con él.
Las hermanas josefinas y otras religiosas que nos acompañan también se ven llenas de gozo y gratitud por esta presencia misionera josefina en esta tierra bendita de Angola y de modo especial en este santuario de Mamá Muxima y también de su esposo san José.

Preside la Eucaristía, Antonio Cartagena, en el lugar del Obispo que se esperaba pero no vino y del P. General que quería venir pero no pudo.
Muchos son los momentos emocionantes de la misa: la entronización de la Biblia que traída por el grupo juvenil, danzaba y cantaba que la palabra de Dios es como lluvia que moja y llena de vida la tierra. Lo hacían con verdadera devoción ante la admiración de todos.

Leemos las lecturas de la misa de san José pues celebramos su misa votiva. El salmo responsorial, el aleluya, todo me emociona fácilmente ya que es mal o bien de mi familia, llorar de alegría como lo hacían mis padres que en toda fiesta recitaban “reir llorando”.
Como aquí el tiempo no corre o camina al ritmo del Kwanzas que parece que ni se mueve, entre cantos, bailes, lecturas y moniciones y la extensa homilía, ya son casi las 12 del medio día. Al terminar, por las señas de tijeretas que le hacían los que estaban de frente, comienza el llamado de las devotas que se van a consagrar en este gran dia. 35 mujeres de Muxima y otras 20 de otros lugares.
Con mucha calma se van acercando al altar y después de las bendiciones responden a coro que piden ser admitidas en la Asociación de devotos y devotas de san José. Moris y Hermana Margarita son los encargados de colocarles las cintas que bendijo Cartagena y pintan de verde y amarillo los coloridos vestidos de las devotas.

Al final de la entrega, con voz de ronco viejo cantante de Jass, por la emoción y falta de algun alipur medicinal, el hermano Moris entona el canto “A ti nos consagramos”. En español porque se le olvidó el portugués y casi solo porque nadie lo logra alcanzar en aquellas bajuras.
Como a la 1.30 de la tarde termina la misa, que comenzó a las 10, con el saludo de los devotos de Luanda y la respuesta del párroco Mario, agradeciendo la presencia e invitándolos a seguir adelante como lo quiere san José.
En mis apuntes, por si me tocaba decir algo en este momento solemne, escribo:

En tiempos del Evangelio, Jesús estaba en peligro y José de Nazaret, lo trajo a Africa para salvarlo. Hace 25 años, también a nosotros los hijos e hijas, de Vilaseca y Cesarita, José de Nazaret nos trajo a Africa, para que nos evangelizaramos y ayudaramos en la evangelización de Angola. Le doy gracias a Dios por tener el privilegio de ser el único josefino venido de lejos para celebrar el jubileo de plata de nuestra misión josefina.

-Donde cabe uno caben todos, dice el P. Carlos Catanha, para invitar a almorzar en la casa de los padres a todos los participantes. Menos mal que yo vi desde temprano las grandes ollas de comida que se preparaban y si no que San José nos ayude a que Jesús haga la multiplicación de los panes y cacusos del Kwanzas.
Poco a poco se va llenando la terraza y el patio de la casa. Hay mesas para los convidados especiales y lugar para todos aunque no sea en mesas. Comemos todos y para seguir celebrando, bailamos toda la tarde hasta cansarnos.
Como a las 7 de la noche va terminando la música y la fiesta de los 25 años. Y a dormir, cansados pero felices de tan hermosa celebración

martes, 14 de agosto de 2007

MENSAJE DEL P. GENERAL ANTONIO RIVERA IBARRA, CON MOTIVO DE LOS 25 AÑOS DE LA MISION JOSEFINA DE ANGOLA



Roma, 7 de julio del año del Señor 2007

El padre José María Vilaseca, que pasó de este mundo al Padre hace 97 años, nos dejó como legado a sus hijos e hijas continuar la obra de Jesús sintetizada en las palabras del profeta Isaías: el Espíritu del Señor está sobre mí; me ha ungido para llevar buenas y alegres noticias a los pobres, para proclamar la libertad a los oprimidos.

Fieles a esta consigna, cuatro Hermanas Josefinas —Celia Hernández, Mercedes Correa, Teresa Estrada y Angélica Escalante— llegaron a Muxima en 1981, y un año después, tres Misioneros Josefinos —Vicente Hernández, Salvador Osnaya y Maurilio González. Habían sido invitados por el entonces arzobispo de Luanda, Mons. Eduardo André Muaca, de feliz memoria, y enviados por sus superiores respectivos.

Hoy, 25 años después de haber llegado a Africa y de vivir aquí, los y las josefinas damos gracias a Dios por el llamado que hizo a los Institutos Josefinos a través del arzobispo Muaca y por la vida y las maravillas que Dios ha hecho en cada uno de ustedes y por medio de ustedes en tantos hombres y mujeres africanas.

La razón de la venida de los Josefinos a Angola fue atender a los hijos de Mamá Muxima que llegan a su santuario. Por lo tanto, ella ha de ser el estandarte que vaya delante en la evangelización josefina de este pueblo, aquí en Muxima y en los otros lugares de Angola donde haya josefinos. Ella, Mamá Muxima, pero acompañada de su esposo José, con quien vivió en Nazareth y quien anduvo con ella en sus viajes a Belén, a Egipto y a Jerusalén. Ambos ponen delante de ustedes, sus devotos, a Jesús, su hijo, como lo hicieron con los Magos llegados de Oriente.

Padres, hermanos, hermanas y devotos josefinos: felicidades por ser los continuadores de la obra de Vilaseca en Africa, particularmente, en Muxima, en Cazenga, en Precol y en Huambo.

Adelante, siempre adelante y dispuestos a hacer en todo lo mejor.

Con cariño de hermano y solicitud de pastor,

P. Antonio Rivera, m.j.
Superior general.

SEGUNDO DÍA DEL TRIDUO DEL JUBILEO DE PLATA DE LA PRESENCIA MISIONERA JOSEFINA EN ANGOLA.


La misa a buenas 7 de la mañana la preside el P. Cartagena. Concelebramos Mario, Piccolo, Carlos Catanha y yo Gabriel. El coro, los devotos, las hermanas, aspirantes y seminaristas josefinos cantan con muchas ganas.

Al terminar la misa, cantamos los laudes dirigidos por los seminaristas que cantan de modo muy bonito “En la oficina de Nazaret”. Todos los devotos los siguen y de modo natural hacen polifonía bien autóctona.

Se recuerda el programa del día: partido de fut entre seminaristas y los jóvenes de Muxima, Dores y alegrías a las 12, Hora Santa y vísperas a las 16 y acto cultural a las 18.

Después del almuerzo y un rato de siesta tuvimos la hora Santa que preside el P. Piccolo con preces muy sentidas y silencio muy respetuoso de oración por las vocaciones misioneras y acción de gracias por nuestra presencia misionera y josefina en Angola.

Después de un rato libre volvimos a la Iglesia donde tiene lugar el acto cultural con pequeños sociodramas, uno por los seminaristas y otro por los jóvenes de Muxima. Yo casi no les entiendo, pero los niños y los devotos que de seguro si les entienden las gracejadas, se ríen con ganas y yo creo que más de una ovieja o niño hasta se meia (asi se dice en portugués esa necesidad) de la risa pero no se mira.

En la parte seria del programa, hermana Celita, la delegada de la Madre General en Angola de las Hermanas Josefinas, lee un relatorio histórico de la misión donde recuerda al P. Cebolla (así conoce la gente de Muxima al P. Vicente Hernández), a Sergio Chagoyán, (q.e.d.), a Álvaro Obregón a quien la gente llama el “rayo del Quizama”, a la María Vaca, a las hermanas Estrada, etc., etc.,

También habla el P. Antonio Cartagena, delegado del P. General de los josefinos en Angola, para leer el mensaje que el P. General ha mandado en ocasión del jubileo.

TRIDUO JUBILAR EN MUXIMA Y CONGRESO JOSEFINO EN HUAMBO, ANGOLA


Después de muchos días de reuniones y retiros para celebrar los 25 años de presencia josefina en Angola, el 5, 6 y 7 de julio, se reunió la familia josefina en el santuario de Muxima para el triduo jubilar y el 22 y 23 de julio en Huambo, para el 1er. Congreso Josefino, con el tema: Familia Josefina, sencilla como el Hijo del Carpintero.

Primer día del triduo jubilar.

Superados muchos saltos y mil y un buraco, povaderas y más polvaredas de la carretera, llegamos a la comunidad de Santa Ana donde hacemos una parada para saludar a la comunidad. Faltan aún unos 40 kilómetros y hay que apurarse pues la primera misa de la fiesta está programada para las 18 horas.

Hay entrada solemne con incienso, acólitos y concelebrantes: el párroco P. Mario Torres Padrón, los PP. Carlos Catanha y José Antonio Ebo, primeros josefinos angolanos; y el P. Antonio Cartagena, delegado del P. General en la misión y P. Gabriel Rodríguez Celis, visitante voluntario.

La Iglesia está llena de devotos de Mamá Muxima y San José. Ya están todas las hermanas josefinas venidas de Huambo y Luanda. En medio de los devotos, el Hermano Moris, identificado con ellos hasta casi por el color.

El coro de más de 25 muchachos de Cabuledo entona alegres cantos que dan ganas hasta de bailar. Mario nos da la bienvenida y preside la Eucaristía. Al terminar, el P. Carlos, su vicario, nos da también la bienvenida a los devotos venidos de diversas partes, a los seminaristas y a todos los padres y hermanas. El hermano Moris y la hermana Merceditas se llevan el mejor aplauso por ser los fundadores de la misión y de la asociación de devotos de san José.

El programa de mañana será muy nutrido, por eso después de cenar, hay que buscar la cama cuanto antes, pues a pesar del cansancio, la misa está convocada para las 7 de la mañana.

MIREMOS CON CONFIANZA EL FUTURO DE LA MISION JOSEFINA DE ANGOLA


Se espera concluir la construcción del nuevo seminario para la formación de los futuros josefinos de Angola.

Se dan los pasos para organizar el Centro de Estudios Josefinos de Africa con sede en la ciudad de Huambo.

Las hermanas están haciendo los trámites necesarios para que 2 señoritas Angolanas hagan su noviciado en Nicaragua.

Se están elaborando los estatutos para la Asociación de San José que cada día se organiza mejor y colabora eficientemente en diversas parroquias donde está establecida y espera más acompañamiento para su crecimiento.

MIREMOS CON AMOR EL PRESENTE DE LA MISION JOSEFINA DE ANGOLA


En la actualidad nuestra misión de Angola atiende la Parroquia de Nuestra Señora de Muxima en el corazón del desierto de Quizama. Allí trabajan los Padres Mario y Carlos, el Hermano Cruz y las Hermanas Merceditas y Filomena.

Son numerosas y lejanas a la sede parroquial, las comunidades que se atienden y muchos los devotos de Mama Muxima que reciben atención cuando acuden en peregrinación al santuario. El año pasado se reunieron unos 60 000 devotos en la fiesta y este año esperan a unos 70000 peregrinos.

Las hermanas josefinas están construyendo una escuela para la promoción de la mujer y los padres están remodelando la casa de la misión para ofrecer mejor alojamiento a los numerosos sacerdotes que acuden a la fiesta de la patrona de Angola en el primer domingo de septiembre.

En Huambo, las hermanas tienen una escuela de educación básica para más de 1000 alumnos y la asociación de devotos de san José tiene inscritas a cerca de 3000 miembros. Aquí trabajan las Hermanas Teresa Orihuela, Adrianita y Hermana Inocencia.

El seminario Josefino de Luanda tiene 1 alumno de teología, 4 de filosofia y 9 en formación pre-universitaria. Aquí trabajan con gran entusiasmo los P. Antonio Cartagena, José Antonio Ebo y el Hermano Maurilio González que siendo de los fundadores de la misión, tiene en su haber 25 años de servicio en estas tierras.

Las hermanas tienen en Luanda la casa de formación Cesarita y la residencia de la Delegada de la Madre General, prestando eficientes servicios a la familia josefina y colaborando en la parroquia en cursos de promoción de la mujer.

RECORDEMOS CON GRATITUD EL PASADO DE LA MISIÓN JOSEFINA DE ANGOLA



8-12-1981: Llegan las primeras hermanas josefinas: Mercedes Correa, Celia Hernández Vázquez, Angélica Escalante y Teresa Estrada. (q.e.p.d)


8-12-1982: toman posesión de la parroquia de Muxima, los primeros josefinos en la persona del P. Vicente Hernández y el Hermano Maurilio González. Meses después llega el P. Salvador Osnaya.


1988, el Hermano Maurilio, lleno de amor a San José funda la Asociación Universal de amigos y amigas de San José y se inician los procesos de formación en el noviciado y seminarios, de los que ya se han podido ordenar 2 sacerdotes angolanos en la persona de los padres José Carlos Catanha y José Antonio Ebo. Las hermanas josefinas cuentan entre sus miembros 4 hermanas de votos perpetuos, 4 de votos temporales, 3 novicias y varias señoritas en su formación inicial.


Mayo de 1992: fundación de la Parroquia San José Obrero y en diciembre, las hermanas Josefinas se establecen en Huambo y donde fundan posteriormente la Asociación de San José.

JUBILEO DE PLATA DE LA MISION JOSEFINA EN ANGOLA


La familia Josefina de Angola, formada por las hermanas, los laicos y los misioneros Josefinos, está de fiesta este año al cumplirse 25 años de la fundación de la Misión.


Por este motivo los 5, 6 y 7 de julio se celebró un triduo jubilar en el Santuario de Mamá Muxima en las riberas del Río Kwansas y el 22 y 23 de Julio el Primer Congreso Josefino sobre el tema: "Seamos sencillos como el Hijo del Carpintero" en la ciudad de Huambo.

 

free counter
Eddie Bauer Coupon