Compartimos con ustedes, estimados lectores, la vivencia de este día, que estuvo dedicado al arte. Desde esta materia, que se imparte en sétimo, octavo y noveno, se vino trabajando para realizar la exposición de diversas obras. Los trabajos manuales realizados con distintos materiales, buscan expresar realidades ecológicas, familiares, sociales comunitarias y religiosas. Los jóvenes han logrado combinar en ellos, además, el aspecto religioso, que generalmente relacionan con lo ecológico, pues no se puede concebir la naturaleza sin la voluntad de Dios; así, el mundo será administrado de la mejor manera para provecho mismo de la humanidad.
Así entonces, en este día dedicado al arte se realizó la exposición de todos los trabajos elaborados por los alumnos, dedicándose un tiempo para visitar la exposición.
En nuestros colegios josefinos tenemos la oportunidad de fomentar el arte, nuestros jóvenes tienen tantas cualidades que lo único que esperan son oportunidades para expresarlas. Debemos aprovechar y generar trabajo manual, que al mismo tiempo es intelectual y de un aprendizaje formidable. A veces lo que se queda con facilidad son las experiencias del hacer, es decir “aprender haciendo”, y el hacer es invocar tantas facultades de la persona, volviéndose una conjugación hacia un proyecto, una idea que se visualiza en un trabajo concreto.
Nuestros planes de aprendizaje deben atender esta área no como punto eventual, sino como parte de una estrategia metodológica y didáctica aprovechada por el profesor. La institución tiene tantas posibilidades de llevar al educador y educando a una experiencia gustosa en el ambiente áulico, es decir a generar guía y aprendizaje con el fin de convertir el tiempo en algo atractivo y no monótono como ocurre generalmente.
Hemos vivido una jornada especial, donde el arte se ha evidenciado y generado mayor experiencia en todos los miembros de la comunidad Vilasecana.
El P. Vilaseca, con su idea de educación, no solo quería buenos cristianos, sino también hombres y mujeres de acción, ciudadanos para hacer el bien y bien las cosas.
Esta herencia debemos mantenerla y hacerla crecer cada día.
Hemos llegado a los 135 años de haber sido llamados a existir en la Iglesia por medio de nuestro Padre fundador, José María Vilaseca. Hoy es una fecha importante para cada miembro de la Congregación porque tenemos la oportunidad de ir a la fuente y actualizar esa herencia espiritual, religiosa, cultural e intelectual. Podemos encontrar en este acontecimiento de la fundación elementos importantes como los que acompañaron al P. Vilaseca, es decir ver al fundador aceptando el reto histórico para responder a las urgencias de su tiempo.
Qué maravilloso ver este aspecto en José María Vilaseca, un hombre convencido, entregado, arriesgado, lleno de Dios para dar respuesta a las necesidades de la Iglesia; por un lado trabajando por la diócesis y por otro lado dando forma y seguimiento a la idea de una Congregación que se especializaría en atender al indígena en su situación de marginado de una sociedad como era la mexicana de aquel tiempo. Responder a esta urgencia, hace que el padre Vilaseca redoble su esfuerzo por cumplir con compromisos tan delicados como eran concretizar procesos de formación hasta llegar a tener sacerdotes para la diócesis y misioneros para las comunidades indígenas.
El día de hoy, en nuestro Colegio Vilaseca desarrollamos una agenda con un alto contenido religioso en donde participaron alumnos, profesores y padres de familia.
Cumpliendo con uno de los principios heredados por el P. Vilaseca como es “estar útilmente ocupados”, iniciamos el día con lecciones, destinando las últimas cuatro de la jornada para desarrollar la actividad programada.
Iniciamos a las 11:15 a.m. la jornada religiosa, con la celebración de la Santa Misa, cuya principal intención fue la gratitud a Dios por desarrollar un trabajo con este espíritu josefino. Estuvimos, como es ya de varios años, el Hermano Luis Castro y su servidor P. Rafael como miembros de la Congregación; además, profesores, alumnos y padres de familia. La participación de alumnos fue significativa en el desarrollo de la liturgia y mostraron un espíritu fervoroso, más seriedad y más conciencia de lo que celebrábamos.
El pensamiento predominante fue el reto del P. Vilaseca al iniciar una fundación, a pesar de las circunstancias que reinaban en su tiempo. La enseñanza para nosotros es caminar con Dios para tener el valor y la perseverancia necesaria para llegar al final de un proyecto.
La dos últimas lecciones las ocupamos para las presentaciones de trabajos correspondientes a la feria religiosa. Este es el segundo año en que se realiza la FERIA RELIGIOSA, enfocada a celebrar los aniversarios congregacionales. La Hermana Lía Rodríguez, religiosa de la Congregación de Hijas de María, programó con todos los grados temas bíblicos, ya fueran escenificados o documentales que dieran cuenta de los temas.
Hubo una primera etapa, que consistió en eliminatoria de los grupos, quedando para el día de hoy la exposición de los mejores trabajos.
Los temas presentados fueron los siguientes:
1. La superstición, 11º Año
2. Los mandamientos, 7º Año
3. El sembrador, 8º Año
4. El buen Samaritano, 9º Año
5. El matrimonio, 10º Año
6. El perdón de los pecados, 10º Año
7. La Eucaristía, 10º año
8. El Islam, 11º Año
En la feria se pretende despertar en el alumno el interés y que se dé cuenta que posee muchas cualidades, habilidades verbales, intelectuales, físicas para expresar una temática: Por otra parte, se incentiva la investigación religiosa y la memorización de temas con el uso de accesorios para representar personajes y situaciones concretas que la biblia narra.
Al final de las presentaciones se les entregó un certificado y entonamos con mucho fervor el himno “Adelante Josefinos”.
Para todos ustedes un fuerte y fraterno saludo de aniversario, que el espíritu Josefino se haya manifestado y renovado en este día, pues, lo necesita cada religioso y lo necesita la Congregación.